“Alma” dos Santos, nacido Carlos Guani, es un ex diputado del partido nacional por la ciudad de Artigas, del sector manos a la obra en el periodo 1995 – 2000.
El apodo proviene de "Alma Podrida", tal cual lo cuenta el propio dos Santos
Este folclórico personaje, es abogado y estanciero, actualmente según sus propias palabras, dejó los caballos, el gofo (juego de cartas), y el whisky para dedicarse a hacer el bien y transmitir cosas positivas. Se recibió de terapeuta grado segundo de Reiki.
Entre muchas “joyitas” que se dicen sobre Alma, una de las mas famosas fue un recordado episodio en que fue descubierto tomando vino en pocillo en plena sesión de la cámara de diputados.
"El Almismo", agrupación política que fundó, se presentó a dos elecciones con el número 51 y el eslogan "Una buena idea". El número y el eslogan estaban inspirados en la marca de la conocida caña blanca brasileña “ 51 uma boa ideia”.
Su padre, un poderoso estanciero de Artigas, que tiene más de 40.000 hectáreas de campo lo desheredó por su vida disipada.
El famoso discurso
"Callate imbécil, tarado de Aldorio, imbécil, callate,... este tarado borracho de Aldorio Silveira que se calle, un aplauso para callar la voz de este imbécil". Con frases como esta, en plena campaña electoral de 1994, Alma Dos Santos quedó incrustado en la memoria como uno de los más pintorescos políticos de los últimos años.
"No tiren bombas, parece que son contrarios. Son adversarios los que tiran bombas para callarme, no sean estúpidos", gritaba al micrófono en 1994, frente a Alberto Volonté y Álvaro Ramos, de la fórmula de Manos a la Obra
Las palabras de Alma incluso se transformaron en musica, pues el grupo de hip hop, Platano Macho, incluyo frases del discurso en la musica "That is a way" de su disco The perro convention del año 1998.
Dos Santos fue elegido diputado en esa elección, hoy en día, frecuentemente viaja de Artigas a Montevideo en su Mercedes Benz descapotable color azul eléctrico.
Acá les dejo el discurso en su totalidad, pierdan (o ganen) unos minutos y escúchenlo, con seguridad ni Martin Luther King, Barack Obama o Evita Peron dijeron jamás palabras tan apasionadas como las de nuestro querido “Alma” dos Santos.
El apodo proviene de "Alma Podrida", tal cual lo cuenta el propio dos Santos
Este folclórico personaje, es abogado y estanciero, actualmente según sus propias palabras, dejó los caballos, el gofo (juego de cartas), y el whisky para dedicarse a hacer el bien y transmitir cosas positivas. Se recibió de terapeuta grado segundo de Reiki.
Entre muchas “joyitas” que se dicen sobre Alma, una de las mas famosas fue un recordado episodio en que fue descubierto tomando vino en pocillo en plena sesión de la cámara de diputados.
"El Almismo", agrupación política que fundó, se presentó a dos elecciones con el número 51 y el eslogan "Una buena idea". El número y el eslogan estaban inspirados en la marca de la conocida caña blanca brasileña “ 51 uma boa ideia”.
Su padre, un poderoso estanciero de Artigas, que tiene más de 40.000 hectáreas de campo lo desheredó por su vida disipada.
El famoso discurso
"Callate imbécil, tarado de Aldorio, imbécil, callate,... este tarado borracho de Aldorio Silveira que se calle, un aplauso para callar la voz de este imbécil". Con frases como esta, en plena campaña electoral de 1994, Alma Dos Santos quedó incrustado en la memoria como uno de los más pintorescos políticos de los últimos años.
"No tiren bombas, parece que son contrarios. Son adversarios los que tiran bombas para callarme, no sean estúpidos", gritaba al micrófono en 1994, frente a Alberto Volonté y Álvaro Ramos, de la fórmula de Manos a la Obra
Las palabras de Alma incluso se transformaron en musica, pues el grupo de hip hop, Platano Macho, incluyo frases del discurso en la musica "That is a way" de su disco The perro convention del año 1998.
Dos Santos fue elegido diputado en esa elección, hoy en día, frecuentemente viaja de Artigas a Montevideo en su Mercedes Benz descapotable color azul eléctrico.
Acá les dejo el discurso en su totalidad, pierdan (o ganen) unos minutos y escúchenlo, con seguridad ni Martin Luther King, Barack Obama o Evita Peron dijeron jamás palabras tan apasionadas como las de nuestro querido “Alma” dos Santos.